11. EL SERMÓN PROFÉTICO DE JESÚS. Aplicaciones y exhortaciones finales (II). Mis palabras no pasarán.

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El Sermón Profético de Jesús.

Aplicaciones y exhortaciones finales (II).

Marcos 13:28-37

 

Mis palabras no pasarán (13:30-31).

(Mr 13:30,31) “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”

Llegar a estos versículos es introducirnos casi de inmediato en la discusión qué significa la expresión esta generación. Un debate necesario, pero que tiene un peligro, desviarnos de la enseñanza principal.

¿Y cuál es esta? Que la Palabra de Dios es firme. En este caso, que todo lo que ha dicho se cumple sí o sí. Jesús hace evidente esta certeza de dos formas:

1) Con la solemnidad que imprime a sus palabras: “De cierto os digo, que”, lit. Amén os digo que, (13:30). “Solemnemente os declaro que…” (W. Hendriksen). “Os aseguro con certeza que…” (RV2020), “En verdad os digo que” (LBLA).

2) Con la referencia al cielo y la tierra (13:31). A pesar de la aparente firmeza y estabilidad que proporcionan la tierra, por ejemplo las montañas, que son vistas como lugar de refugio, y los grandes astros, la realidad es que sus días están contados, por un lado porque envejecen, por otro la acción directa de Dios (Salmo 102: 25-27). Pero en contraste con la creación, dice el Señor, sus palabras no pasarán (de ningún modo pasarán, el texto griego es enfático). No envejecerán, no serán mudadas. Tienen validez eterna y permanecen hasta que se cumplan.

Un detalle que no podemos pasar por alto. Jesús le está dando a Su Palabra el mismo valor que tienen las Palabras de Dios mismo (Is 40:8) (1ª Pd 2:23). ¿Nos damos cuenta? En forma indirecta se afirma la divinidad de Jesús.

Dicho esto, tenemos que entrar de lleno en la cuestión ¿A quienes se refiere Jesús cuando dijo “no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”?

Si tomamos el diccionario, vemos que la palabra griega para generación es genea, progenie, linaje, descendencia, generalmente se piensa en un periodo de 40 años 2. En hebreo dor, generación, gente, época, edad 3.

En cuanto al modo en que se usa en la Biblia, decir que “su significado primordial es cronológico, una generación como un período de tiempo; de ahí pasa a designar a los hombres que viven en ese período; luego, la posteridad; finalmente, un grupo humano con alguna característica particular, buena o mala.”4.

¿Qué ocurre si entendemos esta generación como grupo de personas que viven cuando Jesús enseñó?

Significa que antes de morir, la gente que escuchó a Jesús sería testigo de “todo esto”, de “todas estas cosas”. No solo de la destrucción del templo y la tribulación, también de Jesús viniendo en las nubes con gran poder y gloria.

Efectivamente, aquella generación fue testigo de la destrucción de Jerusalén y del templo (sucedió 40 años después, por los ejércitos romanos). Pero no fue testigo del regreso del Señor.

Aunque algunos argumentan que sí, también de esto. Pero no en la forma que tradicionalmente entendemos. Para ellos Jesús vino “con gran poder y gloria” en la destrucción de Jerusalén. Aquello expresó Su poder y gloria. Todos le vieron, claro que sí, y se lamentaron. ¿Cuándo? En la destrucción de la ciudad. Y qué de los ángeles que salen para juntar a los escogidos, esto se cumple con la multitud de misioneros que salen a predicar el evangelio y las personas, que al convertirse, son agregadas a la iglesia 5.

Es evidente, dice Hendriksen, que aunque la interpretación ha alcanzado un cierto grado de popularidad, no hace justicia al texto y en algún caso es forzada 6. Algunos argumentos serían:

  • ¿Se cumple Mt 24:27 en la destrucción de Jerusalén en el año 70? «Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.» (Mt 24:27)

No se si en todos los rincones de la tierra habitada se oyó de la caída de Jerusalén, ni cuantos lo relacionaron con la Venida del Hijo del Hombre en juicio. Pero lo que aquí dice es que TODOS, de forma indubitable, sabrán que Jesús viene. El texto habla de la Segunda Venida con gran poder y gloria.

  • Pensemos en Mr 13:26 y su paralelo Mt 24:30, ¿Se cumplen en el juicio sobre Jerusalén en el año 70? «Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.» (Mt 24:30).

Este verso tiene su eco en Mt 25:31, que es una referencia clara a la Segunda Venida. Además la relación con Ap. 1:7 y su contexto, hace evidente que se refiere a la Segunda Venida.

  • Las señales cósmicas. Obsérvese como las señales cósmicas (Mr. 13:24,25) y la aparición del Hijo del Hombre (Mr. 13:27) son posteriores “a la tribulación de aquellos días” (Mr. 13:24), la cual ellos identifican con la caída de Jerusalén y la destrucción del templo. No encajan con la destrucción de Jerusalén en el año 70 (un retorno en juicio). De nuevo se apunta a la Segunda Venida escatológica de Jesús.
  • Los capítulos 24 y 25 de Mateo. Por último está la relación que existe entre el capítulo 24 y 25 de Mateo. En el capítulo 25 el Señor no cambia de tema, está ahondando en las enseñanzas anteriores. Y es evidente que Jesús habla de la Segunda Venida con gran poder y gloria (Mt 25:31).

Por tanto, la conclusión es que aquí el significado de generación va más allá de una referencia a las personas vivas en los tiempos de Jesús. Llegados a este punto nos planteamos dos posibilidades:

  1. Esta generación es una referencia a la raza o linaje judío. “Que el pueblo judío no pasará hasta que todas las cosas que ha estado prediciendo sucedan”7.
  2. Una referencia a la generación de judíos que vivan en el tiempo de fin. “La generación de judíos que verán las cosas mencionadas en Mateo 24:4-28. Esa es la generación que no pasará hasta que todo el programa de Dios tenga su consumación.”8.

Una referencia a la raza o linaje judío.

La primera, la referencia a la raza judía, tiene que acudir al uso bíblico que se hace de generación para referirse a un grupo de personas con alguna característica particular. Los justos, Salmo 14:5; 24:6; 112:2; Los malos Dt. 31:28,29 – 32:5,20; Lc 9:41; Salmo 12:7; Mr 8:38; Lc 16:8; Fil 2:15  Son casos donde el factor cronológico no condiciona el alcance, sino que perviven en el tiempo:

– E. Trenchard 9, F. Lacueva, Hendriksen concluyen que se refiere a la nación judía. Este linaje pervivirá, a pesar de los múltiples y perversos ataques que sufrirán a lo largo de la historia, hasta el regreso de Cristo. Este punto es interesante porque es una evidencia más de que esta raza, como grupo étnico diferenciado, no tiene por qué diluirse y desaparecer. Dios tiene propósitos.

– R.C.H. Lenski,10 afina más y dice que es una referencia a ese tipo de judíos, semejante a los saduceos y fariseos, que perdurará hasta la Venida del Señor 10. S.P. Millos menciona “una clase de personas, aplicándola a la generación malvada, que se reproduce en el tiempo en personas de esta condición, y se sucede a lo largo del tiempo.”11.

Los judíos que vivan en el tiempo del fin.

La segunda, los judíos que vivan en el tiempo del fin, también es perfectamente posible. Tengamos en cuenta los dos niveles que tiene la profecía, uno inmediato y otro escatológico (aún futuro). Es perfectamente posible que el Señor, como escribe Lacueva, esté superponiendo ambos planos de la profecía 12. Esta es la posición de Carballosa, aunque en base a otros argumentos.

Personalmente me siento más inclinado en ver aquí una referencia al linaje de Israel, posiblemente a esa clase de personas que persistirá en la incredulidad hasta el final.

 

Pero, con independencia de la opinión que tengamos, no dejemos que ninguna discusión oscurezca el mensaje de estas palabras de Jesús. ¡La Palabra de Dios es Verdadera, siempre se cumple! Si Dios lo dice, sí o sí sucederá. Esto es cierto de la profecía, como de las promesas o de sus afirmaciones. Por ejemplo:

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” (Jn 3:36).

“Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;” (Lc 1:31,32).

Su Palabra ni se puede alterar, añadiendo o restando, ni se puede mejorar. Lo escrito, escrito está, y Dios es fiel a Su Palabra:

“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19).

 

Notas.

  1. Horst Balz- Gerhard Schneider. Diccionario exegético del Nuevo Testamento Vol I. Pág. 725. Edit. Sígueme. W.E. Vine. Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento. Editorial Caribe. Ver entrada Edad. Pág. 303. Pedro Ortiz V. Concordancia Manual y Diccionario del Nuevo Testamento. Pág. 135. Editorial Sociedad Bíblica.
  2. Pedro Ortiz V. Léxico Hebreo-Español y Arameo-Español. Pág. 39. Sociedad Bíblica. W.E. Vine Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento. Pág. 131. Editorial Caribe.
  3. Juan Mateos – Fernando Camacho. El Evangelio de Marcos. Análisis lingüístico y comentario exegético. Vol. III. Pág. 374. Editorial Ediciones el Almendro, Fundación Épsilon. Un artículo interesante sobre su significado y uso lo podemos encontrar en el Diccionario Ilustrado Bíblico Baker. Editorial Longman.
  4. Cesar Vidal. Más que un rabino. La vida y las enseñanzas de Jesús el judío. Pág. 321-236. Editorial B&H Publishing Group.
  5. Véase la argumentación de W. Hendriksen en El evangelio según San Mateo. Ed. Libros Desafío. Pág. 888-889. 
  6. W. Hendriksen, El evangelio según San Mateo. Pág. 911. Ed. Libros Desafío.
  7. Evis L. Carballosa, Mateo. La revelación de la realeza de Cristo. Tomo II. Pág. 373, 374. Editorial Portavoz.
  8. E. Trenchard. Exposición del Evangelio Según S. Marcos. Pág. 170. Ed. Literatura Evangélica. 1971.
  9. R.C.H. Lenski. La interpretación del Evangelio Según San Marcos. Un comentario al nuevo testamento. Pág. 510. Editorial Publicaciones el Escudo. México. 1962.
  10. S.P. Millos. Comentario Exegético al Texto griego del Nuevo testamento. Marcos. Pág. 1285,1286. Editorial Clie.
  11. Francisco Lacueva. Comentario Bíblico de Matthew Henry. Pág. 1182. Editorial Clie.